Entrenamiento para malas posturas
Las debilidades posturales suelen ser ya pronunciadas en los niños pequeños. Éstas conducen a una mala postura, especialmente en los niños en edad de crecimiento, que resulta más difícil de corregir con entrenamiento a medida que crecen. Para evitar que estas debilidades posturales se conviertan en problemas, deben contrarrestarse a tiempo con un entrenamiento correcto. Incluso en los niños, estas debilidades posturales suelen estar causadas por desequilibrios cotidianos, esfuerzos unilaterales y patrones de comportamiento poco ergonómicos.
Con frecuencia se observa una cifosis excesiva en la columna torácica, en la que los hombros caen hacia delante y la espalda se redondea. El entrenamiento específico de los músculos del torso y la espalda puede mejorar la postura y prevenir futuras dolencias.
Durante las clases, los participantes aprenden a reconocer los distintos puntos débiles de la postura y sus causas. A continuación, adquieren los conocimientos necesarios para contrarrestarlos. Diversas medidas de entrenamiento, como nadar, correr o los juegos de pelota, son adecuadas para las debilidades posturales. Sin embargo, el método de entrenamiento de fuerza-resistencia también puede conducir a mejoras posturales con entrenamiento especial de la espalda, entrenamiento de estabilización con el propio peso corporal o con pequeños aparatos de fitness. Los participantes aprenden qué ejercicios son especialmente eficaces y desarrollan una sesión de entrenamiento para niños con mala postura de la columna vertebral (espalda hueca y espalda encorvada).
El entrenamiento para la mala postura debe adaptarse a las necesidades y condiciones individuales del niño. Es importante que el entrenamiento se realice con regularidad y bajo la dirección de un experto. El entrenamiento debe consistir en ejercicios para fortalecer los músculos centrales, ejercicios de estiramiento y ejercicios de coordinación.

